Final de obra
Tanto si ha terminado una obra en su casa como si estrena vivienda u oficina, debe pasar antes de instalarse por un proceso de limpieza profunda para eliminar toda la suciedad que se ha ido acumulando durante la obra.
Una obra genera tanta cantidad de suciedad que es difícil saber exactamente por dónde empezar por no tener que hacer el mismo trabajo varias veces. Lo importante es planificar una buena organización. Es necesario trabajar con cada habitación por separado. Empieza por limpiar el polvo que ha dejado cada proceso de la obra. Si contratas una empresa especialista cuentan con aspiradores industriales de gran capacidad que consiguen mayor eficacia en menos tiempo. De esta forma consigues también eliminar las partículas y no ir moviéndolas de un lado para otro. Recuerda también eliminar la suciedad de todas las rendijas, perfiles de ventanas o rincones pequeños. Sigue con la verticalidad
El siguiente paso es limpiar profundamente techos y paredes. Una obra deja restos de suciedad en cada rincón aunque a simple vista no lo percibimos y si no lo dejamos reluciente inmediatamente después podemos quedarnos con manchas o restos de los que nunca conseguimos deshacernos. La pintura, la escayola, la imprimación… todo deja restos. Por eso se recomienda limpiar a fondo paredes y techos con soportes adecuados en los que se pueda alcanzar la altura del techo y tengan suficiente eficacia para que queden relucientes. Hay que tener en cuenta que si se cuenta con tarima flotante, parqué o un piso más sensible se tendrá que recubrir primero para evitar dañarlo. El suelo es el que más residuos acumula
Una vez tengamos limpias paredes y techos se pasa a la limpieza profunda del suelo. Se trata de uno de los pasos más complicados ya que si no se utilizan los productos y herramientas adecuadas es muy fácil dañarlo para siempre. Cada uno cuenta con características distintas y utilizar herramientas como espátulas corrientes para eliminar la suciedad más incrustada puede ser una mala decisión. Muchos suelos se quedan marcados en el mismo limpieza fino de obra. Continúa con la cocina y baño
Hay estancias que necesitan una especial atención como son la cocina y el baño. Siempre con especial cuidado con los materiales a utilizar es necesario cuidar y cuidar cada detalle. Lo primero que hay que hacer es tener a punto un cubo de plástico con todo lo necesario para limpiar las baldosas del baño o cocina con mocho, trapos, agua tibia, jabón… Hay que realizar primero una limpieza superficial para sacar los restos más evidentes y después realizar otra completa que lo deje todo impoluto. Ventanas y barandillas
Por último, es necesario revisar lo que queda de la vivienda como ventanas, barandillas, cristales, puertas, artículos de domótica en las paredes, etc. Una vez terminado este paso se recomienda volver a dar un pase (ya como una limpieza cotidiana) en toda la casa para que el resultado sea perfecto.
En todos los pasos existe un riesgo para la persona que realiza la limpieza tanto por los productos a utilizar (que pueden ser agresivos) como por la superficie a realizar (techos, paredes, rejillas,…). Por eso es de vital importancia contar con un equipo de protección adecuado. ¿Cuánto cuesta una limpieza de fin de obra?
Cada obra debe presupuestarse de manera particular debido a que su precio depende de varios factores. Eso sí, teniendo en cuenta el tiempo, los productos y las herramientas a utilizar.